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El Sofrito

Cómo hacer un sofrito de rechupete. El éxito de una receta.Lo primero que debemos tener claro es que sofreír no es otra cosa que freír ligeramente. .Y para ello es necesario hacerlo con tiempo, a fuego lento, para no quemar nuestros elementos. Habitualmente se hace en una sartén de hierro.Además del aceite, el tomate y la cebolla, podemos añadir otros ingredientes como por ejemplo, pimiento rojo, pimiento verde, calabacín, zanahoria, berenjena, apio, puerro y algún diente de ajo.Mediante esta técnica, las hortalizas utilizadas se van deshaciendo al perder su agua mientras que sus nutrientes, sabores y aromas se van concentrando durante el proceso.El objetivo de un buen sofrito es mejorar nuestros guisos, arroces y estofados, aportar un sabor concentrado e intenso al plato final. Por eso es importante que tengas cuidado a la hora de usar hierbas aromáticas y especias. Podrías cargarte todos los sabores…

Ingredientes
  

  • Cebolla
  • Ajo
  • Pimiento verde
  • Pimiento rojo
  • Puerro
  • Apio
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal

Elaboración paso a paso
 

  • Escoger los ingredientes. Para esto conviene hacer un ejercicio previo: saber para qué hacemos nuestro sofrito. Para un guiso de carne, para la pasta, de verduras o para un pescado. Esto nos ayudará a elegir los ingredientes que queremos añadir. Y recuerda, el objetivo del sofrito es realzar el sabor del plato final, nunca enmascararlo. Por eso es recomendable que no cargarlo de especias.
  • Usar un buen aceite. El aceite es uno de los grandes protagonistas en un sofrito. Necesitamos una cantidad muy generosa para freír nuestras hortalizas. Por eso, aunque parezca muy obvio, es necesario utilizar un buen aceite, un aceite de oliva virgen. Por supuesto nuevo, nada de reutilizar aceite que pueda contener otros sabores. Lo que queremos es lograr un sabor único en nuestro sofrito.
  • Picar los ingredientes elegidos. Añadas los ingredientes que añadas, es imprescindible que todos estén bien picados. El tomate, por ejemplo, puede ir en dados, picado o rallado. Para eso puedes utilizar tu picadora. Hay personas a las que no les gusta encontrar el ajo después, así que lo echan sin picar, los dientes enteros, y los retiran antes de servir. Aquí tú eliges.
  • Fuego lento. El fuego, durante la elaboración del sofrito, no debe tocarse. Por eso es importante que todo el proceso se realice a fuego lento.
  • Añadir ingredientes por dureza. A la hora de freír debemos tener en cuenta la dureza de cada ingrediente; eso determina el orden en el que los debemos ir añadiendo a la sartén. No podemos freír todo a la vez porque coceríamos todo de manera desigual: quemaríamos algunos ingredientes o dejaríamos otros demasiado crudos. Para que el sofrito quede perfecto debemos incorporar primero la cebolla, después el ajo y los pimientos (en caso de incluirlos en nuestra receta), posteriormente las zanahorias y por último el tomate, que es el ingrediente que suelta más agua.
  • Tapar la cebolla. Además de estar bien picada y de cocinarla a fuego lento, hay otro secreto que hace que la cebolla gane en textura y quede todavía más rica: taparla y añadirle un poco de sal. Cuando la cebolla esté transparente (es un error esperar a que se dore) podemos añadir el siguiente ingrediente, que serían los ajos.
  • El tomate, casero. Es fundamental, como con el aceite, que el tomate, el otro gran protagonista del sofrito, sea de muy buena calidad. Olvídate de las latas de conserva o de las salsas precocinadas. Un buen sofrito necesita un buen tomate. Como ya hemos explicado, es el último ingrediente que añadimos y debemos cocinarlo también a fuego lento.
  • Paciencia. Hablábamos antes del tiempo… quizás quisimos decir paciencia. Lo cierto es que para preparar un buen sofrito se necesitan las dos cosas. Como para casi todo, la prisa no es buena amiga a la hora de hacer un sofrito.